Algunos de ustedes deben haberlo notado: hace días que no escribía. La verdad es que he estado con algunos problemas personales que no viene al caso mencionar, al menos no por ahora, lo que, además, ha bajado mis defensas y me ha llevado a contraer una enfermedad respiratoria tras otra. Nada grave, por suerte, pero sí suficiente como para que se note, como para que mis hijos lo noten...
¿Qué pasa cuando la mamá, el tronco en el cual apoyarse, la base que da la seguridad, la que resuelve todo, flaquea? ¿Qué pasa cuando no está 100% disponible ni emocional ni físicamente para responder a los requerimientos de sus hijos?
No hay respuesta fácil. No hay recetas.
En mi caso, he debido recurrir a los nuestros, principalmente a mi madre, quien, a pesar que su vida ya no consiste en hacer tareas, organizar mochilas ni supervisar que otros coman lo que tienen que comer, ha debido estar al pie del cañon para ayudar a que la diferencia entre el antes y el ahora no se sienta tan fuerte.
También está la nana, la señora que nos ayuda con el aseo y que me apoya en el cuidado de mis tres monstruitos... Ella también ha debido participar más de lo que está acostumbrada para que las cosas fluyan de manera parecida a lo que siempre han fluido.
Sin embargo, y no es porque me crea la supermamá ni mucho menos, es estremecedor comprobar en terreno que somos prácticamente irremplazables. ¿Quién más que nosotras sabe la dosis del medicamento que el hijo debe ingerir cada día? ¿Quién más tiene anotadas en su cabeza las fechas importantes, los materiales que pidió la profesora para ese trabajo específico, el regalo que se debe comprar para el amiguito que está de cumpleaños el sábado? ¿Quién más sabe las palabras que su hija necesita escuchar para consolarse porque está triste? ¿Quién más recuerda cual es la prenda de vestir favorita de cada uno, de qué color es el cepillo de dientes que eligieron y qué pasta prefieren para lavarse?
Definitivamente, flaquear, enfermarse o desaparecer emocionalmente un rato es un derecho de todos los seres humanos. Sin embargo, cuando se lleva tanto tiempo a cargo de una tribu sientes que no puedes hacerlo del todo, aunque probablemente, si finalmente esto llega a ocurrir, nada tan grave ocurrirá.
Simplemente es que no quiero que mis hijos se den cuenta ni se hagan cargo de cosas que no les corresponden, no quiero que se sientan solos, que acusen recibo la la ausencia emocional de esta mamá que siempre quiere estar disponible. Al fin y al cabo, son mis hijos, no hermanos ni amigos, y las madres sentimos que, pase lo que pase, no debiéramos flaquear.
Es posible que estas instancias los ayuden a madurar, a crecer, a hacerse cargo un poco más de ellos mismos, pero, definitivamente, no es la manera como quiero que maduren. Sí, por supuesto que quiero que lo hagan, pero de forma más paulatina, intencionada y menos forzada. Definitivamente, no me gusta flaquear.
11 comentarios:
Justo hoy pensaba sobre este tema.Por estos días me ronda una gripe y hoy pude sobrevivir a duras penas el estar sola, afiebrada y con 2 niños a cargo, uno de ellos con discapacidad. No hay nana aqui desde mayo, no hay abuelas cerca disponibles y yo afiebrada y con ganas de nada. Horrible. Desde que soy mamá no he podido declararme enferma cuando lo he estado, es decir tener la libertad acostarse y apagarse un rato. Ni hablar cuando se está emocionalmente débil....Por otro lado, no se si les pasa pero mi marido no puede ver que yo esté enferma o flaqueando, y los niños menos. Se les nota que no soportan no tenerme disponible Hoy escuché multiplicado por 3 la cantidad de "mamá?, mamá?" que escucho a diario. No los culpo, me pasaba lo mismo cuando vivía con mis padres, me deprimía si mi mamá estaba enferma, además que eso implicaba asumir ciertas labores domésticas.
Te entiendo perfectamente. hace poco me preguntaba lo mismo cuando me enferme por unos días. No te sientas mal, a veces no podemos hacer más de lo que podemos hacer. Un abrazo y te invito a leer mi entrada al respecto. Te puede ayudar saber que a todas nos pasa lo mismo y que tus sentimiento son compartidos y comprendidos. http://lamamadesara.blogspot.com/2011/06/que-hacer-con-los-bebes-cuando-estamos.html
A nadie le gusta flaquear Nati, sin embargo somos HUMANAS, como te comente en otro post, ademas de mamas, y tenemos derecho¿? a hacerlo... Sin embargo es verdad lo que decis: somos IRREMPLAZABLES. Espero que estes mejor! Un beso grande!
Creo que el sentido de la adivinación lo tienes muy agudizado, pues el día de hoy por la mañana quería encontrar el botoncito de ON-OFF que debo tener acomodado en algún sitio. Simplemente quería desaparecer del mapa, que ni el mismo GOOGLE EARTH pudiera encontrarme...pero cómo puedo desaparecer sin que se note??? Hay un verso de la Biblia en el cual David expresa "quien me diese alas como de paloma, ciertamente volaría, huiría lejos" ese lo tengo escrito en un post en la pantalla....cuántas veces queremos huír?? no te pasa que cuando un hijo vomita en la cama y llora con temperatura lo primero que hacemos es correr en su auxilio, pero siendo sinceras como cualquier humano de sangre, simplemente queremos huír en dirección contraria....que te puedo decir...Es necesario que como mamás tomemos un tiempo para tomar fuerza, y no lo vamos a lograr si no nos dejamos caer primero al piso...agárrate de quien puedas para que te "sustituya" un rato y déjate caer, si te hace bien llorar, llora....y cuando sientas que ya no te salen lágrimas, entonces levántate...Ponte una flor en el pelo y sé feloz (te recomiendo ese libro).
Cada vez compruebo más que salimos de la costilla, protegemos pulmones y aunque aparentemente somos frágiles, es dificil que nos rompan.
Un abrazote.
DianaLaura (méxico)
Guapa, espero que mejores pronto, es terrible no poder hacerse cargo!!
Un abrazo
Tienes toda la razón, las mamás somos el pilar de la casa. Es horrible la impotencia de no estar tan disponibles como de costumbre.
Pero no te preocupes, es preferible cuidarte, poner atención a lo que tu cuerpo está reclamando, para que después no llegue a ser peor.
Al fin y al cabo, por algo Dios nos diseñó así, para recordarnos que aunque somos irremplazables, también es necesario que pensemos en nosotras mismas.
Además tómalo como un ensayo para tus hijos...la ventaja es que ahora estás presente, porque tarde o temprano, no estaremos, pues no somos eternas.
Descansa y mejórate, te envío un abrazo.
Tranquila hija. El tiempo es uno de los mejores remedios. Ya pasarán estos días difíciles, ya verás.
Así como tú quieres estar ahí al 100%, no olvides que lo mismo quiero yo:estar
Nunca dudes en acercarte,no dudes en cuidarte.
Creo habértelo comentado muchas veces, la vida es tan sabia que de algún modo los propios hijos con su sola presencia y sus demandas nos dan la energía y fuerzas para salir adelante.Aunque estés débil hoy, ya verás ellos mismos te sanarán...
Besitos
YO tambien soy madre de bebes prematuros es dificil pero mas dificil por que uno de ellos es especial tiene discapacidad y a veces he flaqueado pero pienso en mi esposo que esta n el cielo y me doy valor y sigo adelante a veces nos ahogamos en cosas sencillas y no pensamos que hay otras personas que estan pasando por peores dificultades demostrando que son verdaderos heroes o heroinas pienselo siempre nunca esta sola siempre esta dios con nosotros
Es imposible estar siempre disponible al 100% Es sano escuchar las alarmas que tu cuerpo te da para que le bajés al ritmo o para que te tomés un respiro. Tus hijos estarán bien y lo sabrán comprender, así que a descansar, a dejarte ayudar y a recargar baterías Natalia. Un abrazo.
Natalia, te entiendo, es difícil flaquear y que nuestros niños nos vean débiles. Pero piensa también que al notar ellos tu debilidad están aprendiendo una importante lección: la mama también es humana y tiene, como todos, altos y bajos, momentos alegres y también momentos tristes. Permitete estar triste si es lo que estas viviendo, ellos no solo lo entenderán sino que de algún modo te lo agradecerán. Un abrazo grande para ti.
Hola Natalia,
Y quién nos quita ese derecho de flaquear?. Creo que no debe ser un sentimiento malo, creo que podemos como todos tener nuestros momentos de querer parar, de llorar o de gritar, no se.. lo que se sienta.
Si un niño se frustra o se enoja lo hace sentir, nosotros los padres tenemos que "aguantarlo" y dejarlo que viva ese sentimiento.
Pero nosotras las madres también podemos hacerlo.
Muchas veces April me ha encontrado llorando , por cosas que pasan con su hermana y que por momentos me cuesta mucho entender y me duele... pero yo le hago ver que no es malo, que es un momento.
Creo que nosotros los padres nos preocupamos "mucho" sobre qué opinan nuestros hijos de nosotros, y sobre qué debemos hacer para mejorar su ánimo y que por ningún motivos nos vean mal.
Creo que no hay que irse a los extremos, creo que no podemos caer en una depresión porque nos autodestruimos que si lo hacemos, pero también creo que estar "bajón" un día, o querer hacer NADA un día.. no es malo.
Pilar Sordo, que seguramente la conoces,la psicóloga hace poco dio una conferencia para una revista en Argentina, y ella hablando en realidad de los límites que deben tener nuestros hijos, también habló de esas necesidad constante que tenemos los padres de complacer en todo a nuestros hijos, como si les tuvieramos miedo, para que no nos rechacen.
Creo que debemos parar con esa máquina de actividades, y también darnos ese tiempo de querer mimarnos o de tranquilidad.
Saludos y espero que te mejores de la gripe. :)
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