martes, 3 de enero de 2012

"¿Aunque Me Convirtiera en un Ladrón?"

Estoy más sensible de lo que soy habitualmente. Mis hijos partieron ayer a la playa de vacaciones por una semana. Es la primera vez que vamos a estar separados físicamente tantos días.

Tal vez lo más difícil no fue dejarlos ir. Puedo entender que necesitan tomar vacaciones y que si yo no puedo llevarlos por ahora, está perfecto que puedan ir con otras personas que los quieren y los van a cuidar. Lo que me costó más fue la ansiedad de separación que tuvo mi hija durante los días previos a partir. Lloró varias veces porque no quería dejarme, porque no quería ir sin mí. Y yo intentando hacer "de tripas corazón"y mostrarme empática pero segura, la mandé con un frasquito de Flores de Bach para la ansiedad, con mi perfume favorito y con un marco con una foto en la que aparecemos ella y yo dándonos y beso. Quería que tuviera objetos concretos que la hicieran sentir cerca mío, y que pudiera acudir a ellos como "objetos transicionales" (así les llamamos los Psicólogos a las cosas que reemplazan a la madre en su ausencia y calman la ansiedad del niño). También me preocupé de hablar en su presencia con las personas que estarán a su cargo y que esas personas le prometieran contención (abrazos, besos y empatía) si se angustia durante esta semana. Y listo: a sus vacaciones!

No sé si fue lo mejor. No sé si tal vez hubiese sido más sano dejarla aquí pegada a mí. Pero a juzgar por la voz que tenía anoche cuando hablamos por teléfono, me huele que lo acertado fue "empujarla" a despegarse físicamente e intentar hacerle comprender que nunca, jamás en la vida nos desvincularemos en lo emocional.

No ha sido fácil para mí tampoco. Tantas veces siento un deseo enorme de mantener a mis pollitos bajo mis alas de mamá gallina... Pero sé que necesitan aire, les hace falta vivir nuevas experiencias, crecer, y sobretodo, comprobar que siempre, siempre, los amaré más que a nadie en el mundo.

Durante estos días se me vino a la cabeza un período en la vida de mis hijos en que me empeñé en hablar con ellos acerca de la incondicionalidad infinita de mi amor. Tendrían unos 4 o 5 años, y todas las noches, al acostarlos, yo procuraba decirles cuánto los amaba (eso no era lo nuevo) y que los amaría siempre, ocurriera lo que ocurriera, fuesen como fuesen, hicieran lo que hicieran. Recuerdo que me miraban un poquito indiferentes, como diciendo "Eso ya lo sabemos, no tienes que repetirlo tanto". Hasta que un día Pedro, con esa agudeza que siempre lo ha caracterizado me preguntó: ¿Y me amarías si de grande me convierto en un ladrón?. Grande fue su sorpresa cuando le respondí con absoluta seguridad que sí.

Obviamente, despué de esa declaración, tuve que explicarles que hay conductas que repruebo y que si alguno de ellos llegara a convertirse en un ladrón, yo no estaría de acuerdo con el acto de robar. Sin embargo, el amor que les profeso no cambiaría un ápice por hacer algo así.

Creo que ese día les quedó un poco más claro a qué me refiero cuando les hablo del "para siempre" y del "pase lo que pase". No se trata de amarlos si se portan bien y cumplen con mis expectativas. Se trata quererlos siempre porque sí, sin importar lo que hagan, lo que tengan o lo que sean.

El amor a los hijos no se da y se quita, simplemente está disponible, sin importar la lejanía física ni las circunstancias de la vida. Los amo aunque se conviertan en ladrones ;-) Siempre serán mis tres pollitos.



10 comentarios:

Carolina García Gómez dijo...

Con el ojo aguado te doy las gracias por darnos esos tips que necesitamos como madres (los objetos transicionales, por ejemplo) Te admiro por la forma como has educado a tus hijos, siento mucha empatía por la forma como los has ayudado a crecer y a independizarse, me esfuerzo por hacer lo mismo ;) Abrazossss.

Ale dijo...

Hola!! Pero qué bueno es saber aquellos de "objetos transicionales".... Hace menos de un mes pasé una no corta temporada hospitalizada y mis niños lo resintieron muchisimo... además fue de urgencia y sin ninguna certeza del diagnostico, tratamiento ni menos aun el tiempo que duraria nuestra separacion. Ellos no podian entrar a verme (son muy pequeños) y solo logre saludarlos desde la ventana 4 pisos mas arriba... Afortunadamente mi marido y una tia querida pudieron contenerlos un poco, pero creo seria bueno tener un plan de contiongencia para una ojal-nunca proxima ocasion.... Un beso!!

padresdetrillizas dijo...

Natalia, como echaba de menos leerte... y es que ahora tengo tan poco tiempo... y dentro de nada menos, que me pongo a currar, aunque por ahora 4 horas por la mañana... sin embargo, me ha encantado la entrada, y el tema de "objetos de transición", tengo que pensar en algo que les pueda relajar cuando yo no estoy, porque suelen estar bastante lloronas... y conmigo no lloran casi nada, y eso que intento no hacerles "demasiado" caso, que jueguen a su aire... y cuando les cuida otra persona, tienen más brazos y dedicación... Espero que esta semana se lo pasen genial, y que tú no eches de menos demasiado a los tres pollitos preciosos... Un abrazo enorme!!!

Eva González S. dijo...

Hola! que bueno! me ha encantado, tal vez, por ser una madre que intenta cortar el cordón umbilical de su madre ¿lioso?.
Me he visto en ti, cuando, cada noche, digo y 'redigo' a mi bella dama de 4 años todo lo que la quiero.

Gracias por compartir tu experiencias!

Natalia dijo...

Hola a todas! Veo que el tema de los objetos transicionales ha provocado interés. Prometo un post acerca del tema apenas mi computador deje de decirme que mi navegador es imcompatible con Blogger!!!!

Un abrazo a cada una.

Eva González S. dijo...

¿Tienes alguna dirección de correo asociada al blog?. Soy bloggera y me gustaría lanzarte mi dirección.

Un saludo

Anónimo dijo...

Hola Natalia, objetos transicionales? si la verdad suena interesante!. Mi nena de 5 años el años pasado calmaba su angustia por no estar cerca mio, haciendome en algun momento de su dia de jardin de infantes un dibujo, que despues cuando yo volvia del trabajo me lo entregaba. El dibujo lo tenia que hacer si o si para encontrar serenidad. Con la maestra pensamos que era la forma que habia encontrado de estar conectada conmigo, eso fue a principio de año, pero cerca de fin de año ya no necesitaba tanto hacerme un dibujito, digamos logro un poco mas de independencia, de seguridad. El dibujo era un objeto transicional?Besos! Cecilia

Pamela dijo...

Que tus hijos lo estén pasando increíble y que te llenen de besos, abrazos e historias cuando lleguen.
Feliz Año.

Natalia dijo...

Cecilia: Apenas pueda, prepararé un post sobre objetos transicionles. Es un tema interesante y muy bonito.

Pamela: Muchas gracias! La verdad es que lo están pasando muy, muy bien. De hecho, casi se olvidan de llamarme :) Ésa es una excelente señal.

Un abrazo para cada una.

trestrillistigres dijo...

Pobre tu niña, espero que le sirva para madurar un poco y hacerse "mayor": no es mucho tiempo y pasa volando ya lo verás. Aprovecha tu para descansar y relajarte un poco. Que 8 años son muchos años de sueño atrasados y estar pendiente de todo y de todos.

Lo de los elementos transicionales ya lo conocía. Mis niños duermen con un pañuelo mio desde pequeños. Bueno la niña ya dejó de hacerle caso y se lo quité. El pañuelo ya ni tienem ni olor ni nada, ya es de ellos, pero se han acostumbrado a él y mientras les guste dormir con él yo no se lo voy a quitar hasta que vea de que dejan de hacerle caso.