domingo, 10 de julio de 2011

Los Otros (Vivir En Situación de Emergencia)

Aunque parecía que lo había olvidado, durante los primeros meses, tal vez años de vida de mis hijos, tan caóticos emocionalmente para todos y difíciles en términos de salud, yo sabía que allá afuera, en el "mundo real" estaban los demás. En realidad, eran casi todos. El acceso a nuestro nuevo mundo era muy restringido. En él cabíamos muy pocos. En el mundo externo estaban "los otros".

Tenían vedada la entrada a nuestro nuevo mundo todos quienes creían que acompañar era decir cualquier cosa que me impiera contar mi verdad, quienes pretendían bajarle el perfil a nuestra situación, quienes preferían creer que yo estaba exagerando, que había algo en mí que me llevaba irremediablemente a magnificar lo que ocurría con mis hijos. En mi nuevo espacio estaban prohibidas las frases del tipo "hay cosas peores en esta vida". La realidad nuestra era tan compleja que simplemente no podía lidiar con la necesidad de otros de no verla.

Tampoco permití la entrada a quienes pretendieron culparme. Sé que es contradictorio: yo lo hacía todo el tiempo, pero siempre desde el error, nunca desde la negligencia. No podían entrar quienes creían que podía estar haciéndolo mejor, que tuve los recursos cognitivos, emocionales o económicos y no lo hice por simple dejación.

En nuestro nuevo mundo no cabían las personas que se movían a través de la lástima. No tenían derecho a entrar quienes no conocían a mis hijos, no habían visto sus sonrisas ni sus almas, no sabían de sus logros y sus dolores, y pretendían ser buenos mirándolos con ojos lánguidos inspirados por la tristeza.

Por último, tampoco estaban en nuestros nuevo mundo quienes no sabían lo que estábamos viviendo. Tenía yo el dolor tan a flor de piel que no era capaz de narrar la historia ni menos el proceso emocional que estaba atravesando, que aún era tan poco claro, incluso para mí. A algunos de ellos me hubiese encantado abrirles la puerta a nuestro universo, pero no podía hacerlo: toda mi energía estaba volcada en sobrevivir e intentar que mis hijos lo hicieran.

Así es como el "nosotros" se convirtó en un puñado de personas, un grupo selecto compuesto por quienes yo sentía eran un aporte a mi familia. Éramos muy pocos. "Los otros" eran muchos, y se sentían lejos, muy lejos.

Hoy, mirando hacia atrás, veo cuánta falta me hizo leer blogs, participar en foros o conocer a personas con más experiencia... seguro que la vivencia de vivir continuamente en estado de emergencia no hubiese sido tan tremendamente traumática como lo fue.

PD: Para todos lo que me han comentado en la página de facebook que de a poco iré abriéndome al mundo, les cuento que tengo puertas y ventanas abiertas hace varios años ya. Algunos de "los otros" volvieron a entrar, y estoy infinitamente agradecida de eso. Otros nunca volvieron, Pero aparecieron algunos nuevos, unos que conocí en este camino y que agradezco profundamente haber conocido. Es una historia con un final feliz :)

9 comentarios:

briseida dijo...

No sé ni qué decir... ¡Qué aislamiento tan terrible! La experiencia de la prematuridad multiplicada por tres y con problemas es durísima, aunque hubieras podido abrir esa ventana al mundo que son los foros y los blogs, creo que no habrías tenido tiempo materialc para participar en ellos... Lo hiciste lo mejor que pudiste y debiste hacerlo realmente bien, porque tienes tres hijos maravillosos :) Espero que poco a poco puedas liberar los sentimientos dolorosos del pasado.

Natalia dijo...

Hola briseida. Eso ya pasó, hace muuuucho tiempo. Tengo puertas y ventanas abiertas... creo que debo agregarlo en el post porque muchos me han comentado que de a poco me iré abriendo, y eso ya ocurrió, menos mal.
Sí fue horrible, pero creo que necesario, y como tú dices, fue lo mejor que pude hacer en ese momento.
Un abrazo.

Vicky dijo...

Hola Natalia, te entiendo perfectamente... nunca pensé que en algún momento me pasaría algo así por esta personalidad tan "amistosa" que tengo. Pero la verdad es que con el paso del tiempo también muchos han quedado como “los otros” y el “nosotros” también se ha ido reduciendo. Afortunadamente han llegado a mi vida personas maravillosas que sin saberlo han significado un tremendo aporte, lo que me hace sentir muy afortunada y sin duda una de esas personas eres tú.
Un tremendo abrazo.

Paula Mancilla Castro dijo...

Natalia:
Que alegría, ¡es mi primer comentario dentro de tu blog!. ¡Lo lograste!. ¿Vez que podías?. Siiiiiiiiii!!!!!!!
¡Un gran abrazo!. ¡Te Felicito! y sobre el tema de hoy, me alegro de que en el presente tengas las puertas bien abiertas, ya que hay muchas personas que te queremos mucho junto a tus hijitos.
Como dicen por ahí, "de lo pasado , pisado!" (y se aplica mucho, cuando ha habido mucha tristeza y sufrimiento).
¡Un abrazote!

Natalia dijo...

Vicky: esas personas que quedaron en el camino, por algo quedaron... a mí me gusta pensarlo así. Y a las nuevas que conocimos... bueno, somos afortunadísimas de haberlas conocido. Así que, como siempre, todo ha valido la pena :)

Paula: lo logré!!!!!! jajajaja!!!!! No te imaginas lo huasa que soy y cuanto me cuesta hacer un pequeño cambio en el blog. Sonia, mi amiga mamá terapeuta tiene que soportar mis dudas y darme instrucciones... y a veces no lo logro igual. Bienvenida!!!! Ahora espero muuuuchos comentarios tuyos.

Besos a las dos.

M.Ignacia dijo...

Gracias por haber tenido el privilegio de ser se esos pocos que estaban ahí al lado de ustedes.

Reconozco en mí esa tendencia tuya de no querer ( o simplemente no poder) hablar y menos explicar y detallar lo que me sucede, lo que siento y lo que me pasa. Cuando la vivencia es muy intensa, uno vive al límite y no puede más que concentrarse en cuerpo y en alma a sobrevivir, salir adelante, capear la ola...

te quiero

karina castillo muñoz dijo...

otra vez me siento muy identificada contigo por mi hija prematura, tambièn cerre muchas puertas...pero de a poco he ido abriendo muchas ventanas, aùn me faltan....un abrazo.

Anónimo dijo...

hola Natalia!!
Gracias Sonia!! no sabes las veces que quise comentar en tu blog y las cosas que hice para poder hacerlo y no podia y no pude hasta hoy que aparece el bendito 'anonimo'. Saque una cuenta en google pero tampoco me dejaba me llevaba a pag y mas paginas. Pero bueno me alegro mucho que hoy por fin pueda hacerte llegar mis mas sinceras gracias por lo mucho que me ha acompañado tu blog desde que decidiste empezar a escribirlo. Hoy como tantas otras veces que contaste algo me siento mas que identificada con las cosas que decis, a nosotros tambien nos paso de aislarnos y de sentir que muchos no podian ni aun ahora despues de 6 años del nacimiento de nuestra hija tampoco entienden que no podamos estar disponible y relativizar nuestra experiencia o compararla con tener un hijo sin discapacidad. Igual entiendo a veces a los 'otros' esta experiencia de padres que nos toco es unica y muchas cosas no se pueden transmitir con palabras, muchas situaciones, sensaciones, sentimientos a veces son dificiles de explicar, y entender a menos que hayas estado cerca de experimentar con todas las letras la posible muerte de un ser querido, querido como un hijo, o por ej. vivir la situacion que en un quirofano, en pocas horas se juga la vision de tu hijo, si iba a ver o no el resto de su vida. Es todo muy fuerte, muy al limite!
Besos
Gracias.
Cecilia. Bs As

Anónimo dijo...

Querida natalia:
Como siempre muy lindo post y como siempre me quedo al borde de las lagrimas ya que aun despues de casi 4 años no puedo abrir ventanas,me encanta cuando escribe tu mamá y ver que te acompaña en forma continua,es dificil abrirse a la gente y sobre todo cuando no respetan que no quieres hablar y empiezan las especulaciones sobre lo que sucede,hoy recuerdo con gracia una de ellas una compañera de carrera me hace una pregunta.dice muy suelta de cuerpo que si mis hijas(gemelas)son siamesas y yo le respondo estupefacta:no lo que pasa es que una de ellas se va a morir y con eso mate su curiosidad y nuestra relacion de compañeras,cero tino y empatia,desde ahi empece a seleccionar de quienes entraban a nuestras vidas,por eso hoy en dia todas mis amistades maravillosas nos relacionamos por nuestros hijos maravillosos,creo que es la ley natural nos atraemos y nos seleccionamos de manera instintiva.Un gran abrazo.
sofiand.M.Ig.