miércoles, 23 de marzo de 2011

Simplemente Estar (disponible)

Una de las grandes preocupaciones que expresan los padres y madres que acuden a mí como profesional es que no tienen tiempo, no tienen ganas o no saben cómo jugar con sus hijos. El mandato social de los tiempos en que vivimos dice que además de cuidar, limpiar, alimentar, llevar al médico, poner límites y contener emocionalmente a los hijos, debemos jugar con ellos. Y para hacer eso se necesita tiempo, ganas y una gran capacidad para flexibilizar y volver a sentirnos niños. No todos los padres contamos con esos tres recursos.

El resultado: padres y madres que viven sintiéndose culpables porque no juegan con sus niños e intentan reparar el "daño" de maneras no siempre sanas o eficaces.

Querer jugar con tu hijo, poder y saber hacerlo es una experiencia maravillosa que te une a él y que crea una complicidad especial. Sin embargo, hacerlo apurado, de manera forzada o sin verdaderos deseos, puede ser una experiencia muy frustrante tanto para el padre/ madre como para el propio niño.

No olvidemos nunca la premisa: TODOS SOMOS DIFERENTES, y, por lo tanto, cada cual tiene su estilo propio para enfrentar la paternidad y para crear lazos cercanos e irrompibles con sus niños. Jugar a las muñecas o a los autitos no debiera ser jamás una condición para ser y sentirse un buen padre o una buena madre.

La clave es estar disponible para el niño, ya sea física o simbólicamente. Que tu hijo se sienta seguro acerca de poder contar contigo en caso de necesitarte (si se siente cansado, hambriento, triste, herido o simplemente, si necesita compartir alguna expriencia personal.) Es decir, lo importante es lo que eres para él, no lo que haces con él.

Durante los primeros años de vida de mis propios niños me sentí culpable por no tener suficiente tiempo para dedicarle a cada uno por separado, suficientes manos para acunar sus cuerpos, suficientes oídos para oír tantas preguntas y comentarios al unísono. Hasta que comprendí (mi madre me lo mostró) que cada uno de ellos acudía a mí en caso de necesitarme. No importaba si no estaba yo en condiciones de ponerme a jugar en el suelo como una niña más... lo importante es que ellos sabían que yo estaba ahí, disponible para ellos.

Esa sensación es la que genera la seguridad de que el mundo es bueno y puede contener cosas buenas para mí, como niño, y más adelante, como adulto. Esa experiencia de haber contado con padres disponibles es la tierra fértil para generar relaciones satisfactorias y sanas durante la adultez.

No se trata de jugar o no jugar, sólo se trata de estar.

10 comentarios:

MmdTh Alias Vane, Pao dijo...

genial!
gracias!

dijo...

Tienes mucha razón, se trata de estar.... tan sencillo (y a veces complicado) como eso.

Unknown dijo...

que bueno leer esto! muchas veces me siento mal porque no juego con mi hija mayor todo lo "deberia" , me encanta estar con ella y la atiendo y cuido todo el dia (estoy disponible full time) jeje! pero la verdad que me cuesta un poco el sentarme y decir: bueno, juguemos!leerte me hace sentir mejor. :)

La Alejandrita dijo...

Ufff.. qué relajo leer esto.
No me gusta jugar, la verdad me siento bien idiota cuando tengo que fingir ser perro o tomar una muñeca.. no sé por qué.
Pero mi hija siempre me llama a mi cuando necesita algo, cuando despierta por las mañanas, supongoq ue hago las cosas bien.. algo
Igual leer esto relaja mucho, algo de la culpa que siempre tengo se me quita.
Muchas gracias!

Vicky dijo...

Que lindo post, que tranquilidad se siente cuando uno "sufre" por cosas que cree que le pasan sòlo a uno y en realidad sólo hay que hablarlas para darse cuenta que a más de alguna también le pasa. También me sentí culpable de no poder dedicar toda mi atención a un bebé como siempre imaginé que sería, y aveces me sigue doliendo que ellas se peleen por estar solas en mis brazos y yo opte por estar con las dos, para que ninguna llore.
No se si juego tanto en verdad pero me gusta que hagamos cosas como ir al super solas, conversar y lo que más hacemos es cantar y eso que canto bastante mal aajajajajaj
Un beso como siempre es un placer leerte :)

Fátima Casaseca dijo...

Gracias por tranquilizarme y no hacerme sentir malamadre por no saber jugar con ellos todas las veces que me/les gustaría.

Carolina García Gómez dijo...

¡GRACIAS!

claudia dijo...

Que bueno, muchas gracias..., me quitas un peso de encima, porque muchas veces no puedo/quiero jugar :S, y otras mi participación solo la simplifican a que diga una simple linea y listo, eso será tambien estar presente???
saludos,
claudia

Betzabe dijo...

Me encanta este post por suerte me encanta jugar con Diego, me explota la cabeza de ideas para jugar y siempre logro sonreprenderlo, entusiasmarlo, enriquecer cualquier juego que este haciendo, perooooo ... cuando queire repetir el mismo juego 100 veces claro que me harto y le boto a jugar solo jijiji eso si disponible 100% :)))

Anónimo dijo...

un post muy interesante, gracias,