lunes, 5 de diciembre de 2011

Tomar Lo Bueno De Cada Vida.

Estoy en una etapa particular de la vida: en proceso de "reinventarme" y acordarme de mí. Estoy contenta y entusiasmada porque estoy haciendo cosas concretas por la Natalia que fue dejada de lado, que no fue vista en sus necesidades y que quedó guardada en un cajón hasta nuevo aviso el día en que se convertió en una mamá sobrepasada y sobrexigida.

Ya hablé del postítulo que empezaré a cursar en Marzo del 2012. Es una gran paso hacia la satisfacción de mis necesidades personales. Pero también hay otros asuntos de los que me estoy ocupando y que contribuyen a sentir que me estoy retomando como ser humano-madre que no es madre y nada más.

Se trata de los pasatiempos, se trata de cosas tan sencillas como pisar una peluquería de vez en cuando, se trata de quedarme despierta una vez que mis hijos se han acosatdo devorando un libro como hace años no lo hacía. Pero principalmente se trata de los amigos.

Conozco personas que tienden a sentirse plenas y satisfechas en el contexto de sus familias y que prescinden de tener grandes y profundas amistades fuera de ellas. No me parece mal, es una manera de concebir las relaciones interpersonas y de ver la vida. Pero yo nunca he sido así. Los amigos han sido históricamente mi segunda familia, personas esenciales en mi vida. Y he tenido la suerte de contar con algunos realmente buenos, leales y entrañables.

Cuando se vive en estado de emergencia te dejas de alimentar sanamente, dejas de preocuparte de tu ropa, de tu apariencia física, de tu alimento intelectual y emocional. Y, entre otras cosas, debes dejar de lado por un tiempo a los amigos. No hubo alternativa: olvidarme del "yo" por un tiempo es lo que contribuyó a salvar las vidas y la salud de mis hijos y a concentrarme en sacarlos adelante.

Y retomarme no ha sido un proceso fácil. Pensé que sería cosa de proponérmelo y listo, pero no funcionó así. Hace ya un tiempo que mis hijos están preparados para que esta madre se ocupe más de sí misma... Sin embargo, recién durante los últimos meses siento que he podido hacerlo de verdad.

Me hacía tanta falta, y sé que a mis hijos también. Ningún niño del mundo merece llevar sobre sus espaldas la responsabilidad de tener una madre que vive sólo por él. Saber y sentir que la mamá tiene un mundo y una vida propia alivia, da libertad para fallar, le quita al hijo el peso enorme de las expectativas exacervadas de una mamá que sólo ve sus logros reflejados en él.

Estoy contenta y satisfecha: después de bastante tiempo sintiendo que ya era hora de hacerlo, al fin estoy logrando de verdad ocuparme de retomar amistades que tenía abandonadas, sueños que quedaron pendientes, deseos que habían quedado con el botón de pausa apretado por largo tiempo.

Y aunque creo que puede estar demás, debo decir que no tengo la intención ni existe la forma de abandonar mi rol de madre. Ya me hice madre, ya se metió esa identidad en mi esencia, y no tengo miedo de tener que abandonar un papel por retomar otros.

El comienzo de mi maternidad fue tan intenso en todos los sentidos que fue como el inicio de una nueva vida y el dejar atrás la anterior con todo lo que implicaba. Finalmente, después de mucho intentarlo y soñarlo, tengo la sensación de estar pudiendo tomar algo de cada una de mis "dos vidas" e integrar todos los aspectos en una sola. Y lo mejor de todo es que creo estar eligiendo lo mejor de cada una.

Por supuesto, sigo estando "restringida" en algunos aspectos por cumplir con dedicación y amor mi rol de mamá. Evidentemente, no se trata de volver a ser la joven desprendida que podía tomar una mochila e irse a viajar por el mundo despreocupadamente. Y no es eso lo que quiero ni lo que esperé. Es más bien poder conciliar el cuidado de mis hijos con el cuidado de mí misma y sentir que no debo elegir ni abandonar ninguno de los dos aspectos.

¿Que cómo llegué hasta aquí? No lo tengo demasiado claro. Sólo sé que no me quedé corta en esfuerzos por hacerlo, que fue frustrante no lograrlo de inmediato, y que agradezco profundamente a la vida la oportunidad de sentir que estoy empezando a lograr tomar lo bueno de cada una de mis dos vidas y hacer una más completa e integradora.

Sin duda estoy parada en la puerta de un futuro que se ve auspicioso. ¿Será esto la felicidad? A veces me parece que sí.

13 comentarios:

Matilda dijo...

Qué buena entrada la de hoy, Natalia. Me ha gustado mucho porque se te lee ilusionada y llena de luz y eso llega hasta aquí, al otro lado del charco.
Estoy segura de que vienen tiempos muy buenos y que sabrás disfrutarlos y vivirlos con plenitud, tanto tu vida de mamá en exclusiva como la de mamá con vida propia.
Un abrazo grande.

Anónimo dijo...

Natalia. GRACIAS!!! Yo estoy apenas asomándome a esta nueva etapa que planteas, me siento tan esperanzada, y tan feliz de leerte, es como si le hubieras puesto más combustible a mi proyecto, es como saber que no estoy desvariando al querer re-inventarme. Sé que lo mejor está por venir, no sabes el bien que me ha hecho leerte hoy. Sandra.

Chitin dijo...

Yo creo que nada es fácil e inmediato y retomar otras facetas de la vida una vez que se es mamá cuesta un montón, en mi caso, no porque no le ponga ganas, sino porque a veces cuando llega el momento priorizas y siempre ganan los peques frente a todo lo demás. Ya puede haber una cena o una salida con amigos, como el peque esté malito con fiebre ... o directamente no voy o mi cabeza y mi corazón estarán con mi peque, con lo cual no disfrutas.
Para recorrer cualquier camino siempre hay que dar el primer paso ... eso tú ya lo estás haciendo, ánimo!

MisMellis dijo...

Natalia que bien que quieras recuperar parte de tu Natalia de antes... ahora que tus hijos van necesitándote cada vez menos es un buen momento para recuperar algunas de las cosas que te caracterizaban... yo también espero retomar en unos años leer hasta las tantas de la noche, poder retomar mi segunda titulación o especializarme, volver a viajar... o cosas banales como irme a la peluquería siempre que lo necesite y no cuando puedo.
Me gusta ser madre, pero desde el principio me he negado a dejarme, he intentado seguir cuidándome, no descuidar mi aspecto físico, arreglarme, dedicarnos ratos como pareja... para mi ser madre es lo más importante, pero también hay momentos que necesito seguir enriqueciéndome como persona, salir con amigos ayuda a desconectar y a tener tiempo para una misma...

Natalia dijo...

Matilda: me alegra que se vea la luz desde tan lejos :) Estoy muy esperanzada.

Sandra: Tenemos que ponerle fuerza a este proyecto! Si otras mamás han podido, nosotras también podremos.

Chitin: Para mí ha sido muy difícil llegar a este punto. Imagínate que mis hijos van a cumplir 9 años este mes! Pero no me arrepiento de nada...EStuvo bien haberme olvidado de mí mientras fue necesario. Ahora que no lo es, no pienso seguir haciéndolontras fue pienso seguir haciéndolo ;-)

MisMellis: qué bueno que lo tengas tan claro desde el principio. Tu actitud te ahorrará esfuerzos a futuro. No tendrás que recuperar lo que no has perdido. Felicitaciones!

Un abrazo para cada una!

padresdetrillizas dijo...

Qué bien Natalia... yo no veo el día de poder hacerlo, aunque con esto de la maternidad triple he descubierto que algunas amistades son menos profundas de lo que yo pensaba... Pero bueno, también ha servido para eso, para hacer una buena criba y puesta a punto! Se te ve feliz, animada, contenta, optimista, emprendedora, con ganas de hacer de todo y de comerte el mundo, siendo madre! Sí señor!

Pamela dijo...

Cada día una meta. Regaloneate.

Natalia dijo...

padresdetrillizas: yo también descubrí con la maternidad triple que no todas las amistades eran tan fuertes como creía. También me sirvió para limpiar y preservar sólo los amigos incondicionales. Y sí, estoy optimista!

Pamela: Claro que sí, "un día a la vez" es mi lema desde hace mucho tiempo. Es que estoy feliz de poder soñar.

Besos!

Sandra dijo...

Buena entrada, aun me queda un tiempo para eso, en estos momentos JD es mi prioridad, pero como lo he comentado antes, lo considero mas una nueva etapa que otra cosa, creo que me voy a demorar en poder equilibrar todo, pero es bueno saber qe se puede, un abrazo.
Por cierto, creo que tienes un duende en tu Blog: http://sanbruja.blogspot.com/2011/12/mi-blog-tiene-duende.html

Natalia dijo...

Hola Sandra. Sí, es verdad, estás en un momento en que recién te estás acostumbrando a las terapias, las necesidades especiales de tu hijo, los sacrificios que este tipo de maternidad incluye. Pero no te olvides nunca de que es una etapa más de la vida. JD saldrá adelante, crecerá, se volverá más autónomo y te volverás a encontrar cara a cara con Sandra. Todo llega en la vida!

Gracias por ese precioso duende!

Un abrazo enorme.

Pequeña Insurrección dijo...

En "estado de emergencia", así me siento yo. Pero tú eres la prueba de que todo pasa...
Te he dejado un premio en mi blog.
Besos!!

Carolina García Gómez dijo...

Hola Natalia:

Me alegra saber que estás feliz, tranquila y equilibrada. Se te lee MUY BIEN y estoy segura que construirás un maravilloso proyecto de vida. Te admiro y me encanta retroalimentarme de tus Post, además porque siento que estamos conectadas, estoy viviendo algo muy similar, ya te contaré. Abrazos.

trestrillistigres dijo...

me alegro que estes tan bien, estab aun poco preocupada, lo confieso porque te notaba mas ausente. pero me alegro que sea porque estas pasando a otra etapa si cabe mejor. Yo como dice padresdetrillizas no veo cerca este paso para mi, ni siquiera se si llegara, creo que entro en el grupo ese que has nombrado de centrarte solo en el circulo familiar. Al menos ahora. Con mis ciberamigas de un ratito ya me vale. m eha hecho mucha gracia lo de descuidar la alimentacion y la ropa y todo eso porque me paso el dia en pijama con la coleta-moño de turno, mis ojeras y mi bata...