Desde que nació, mi hijo Pedro siempre ha sido un niño intenso. A los pocos meses de edad ya sabíamos que era un ser especial. Sin siquiera poder hablar, podíamos notar que era brillante y que tenía un gran sentido del humor. No sabría explicar cómo, pero en su expresión se notaba siempre que estaba viendo más allá de lo que otras guaguas pueden mirar. Sabía reírse de las cosas más increíbles, "comentaba", se asombraba, "reflexionaba".
Pero así como se reía, lloraba. Y el reflujo gastroesofágico severo acentuado por las alergias alimentarias que sufría, no lo ayudaban en nada. Más bien lo estresaban, y lo hacían permanecer muchas horas del día en un constante lloriqueo que nos hacía ver que no estaba para nada cómodo.
A veces, no lograba calmarlo con nada, o más bien con casi nada. Sólo el contacto físico con su hermana Antonia lograba darle paz.
Lo descrubrí por casualidad un día en que tomé a Pedro y lo puse en la cuna de la Antonia, uno al lado del otro. Y ocurrió la magia. Se tomaron las manitos y se pusieron a "conversar", a dar grititos y a reír a carcajadas. Ésa fue la primera vez que lo noté, después vinieron muchas más.
En ocasiones, él estaba quejumbroso y molesto, y yo los ponía en mi cama uno junto al otro. Ella respiraba tranquila y sonreía, él se apoyaba en su hombro, cerraba los ojos y encontraba la calma. Ella tan generosa, él tan entregado a una relación que se venía gestando desde mucho antes de nacer.
Me conmueve que mis hijos se quieran así. Están unidos por una fuerza de la que nadie puede participar, porque sólo ellos saben lo que es haber compartido el útero.
Siempre pensé que un hermano es el mejor regalo que unos padres pueden darle a su hijo. Ahora lo sé a ciencia cierta: nunca estarán solos, siempre se tendrán el uno al otro.
8 comentarios:
Pucha. me hiciste llorar!
Josefina
Besitos
Fui testigo de ese amor infinito. Cuando la Antonia regreso a su casa después de estar muy grave internada por varios días, el encuentro de Pedro y su hermana fue de un jolgorio y alegría tal que los adultos quedamos maravilados mirando la escena. Tenían más o nmenos seis meses.
Es cierto, uno de los regalos de esta vida es ese vínculo íntimo y privado que se crea entre los hermanos, donde ni los adultos ni otros niños tienen cabida.
Muchos besitos
Este verano la Anto se cayó en la dunas y se pegó fuerte. Pedro se preocuó muchísimo y le dijo a la Dominga: "Es que la Antonia es toda mi experanza", jejejeje!.
Después le pregunté si sabía el significado de la palabra esperanza y respondió que no, pero todos entendemos lo que quiso decir ;)
que cosa mas magica... me emocione con este post... esa hermandad tan grande, sin pedir nada a cambio me fascina....
entiendo perfectamente como son esos lloriqueos del reflujo y la laergia, mi hijo tambien los sufrio y eran terribles, por suerte puedo decir que ya casi supera su alergia alimentaria...
Qué pasada! Como decís, es mágico ver una relación así que proviene de aquel tiempo que estuvieron juntos cuando nadie les veía...
He enlazado esta entrada en el resumen semanal que hacemos en Bebés y más: http://www.bebesymas.com/recursos-en-la-web/blogs-de-papas-y-mamas-lix
Hola Armadilio. Gracias por ayudarme a compartir con más personas esta experiencia :)
Mi marido dice que si me pasa algo... siii! es que me he emocionado al leer tu post y estoy llorando como una magdalenaaa !!!
es PRECIOSO esa sensación entre hermanos nosotras somos 3 hermanas y un hermano, de distintas edades y tambien recuerdo estar asi por alguna de mis hermanas. Me encanta leer algo tan real y bonito... besos !!
NO PUDE EVITAR QUE BROTEN MIS LAGRIMAS AL LEER ESTAS LINEAS.. PENSABA EN MIS BEBES, ELIAN Y VALENTINA. RECIEN LLEGO DEL HOSPITAL, ELIAN TIENE APLV Y UNA LARGA HISTORIA DE BRONCOESPASMOS E INTERNACIONES CON OXIGENO.. LO QUE LOS ALEJABA.. Y ERA TERRIBLE SENTIR LO QUE SE EXTRAÑABAN. A PESAR DE LAS LAGRIMAS, ME RECONFORTO SABER QUE NO ESTOY SOLA.
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