Siempre les digo a mis hijos que los adoro. Siempre les doy besitos, les hago cosquillas, les hago cariño. Hemos tenido conversaciones muy divertidas en las que les he dicho que pase lo que pase siempre los voy a amar. Y para asegurarse de si hay algún límite me han preguntado si los amaría si fueran ladrones o si mataran a alguien. Mi respuesta ha sido afirmativa, por supuesto.
Sin embargo, en el fondo, creo que no son capaces de dimensionar la profundidad de mi amor hacia ellos.
Cuando eran más chiquititos, Antonia se sintió perdida unos minutos en un parque de diversiones. La encontré llorando porque creía que nos íbamos a ir a la casa ya que era hora de almorzar y teníamos hambre!
Hace pocos días mi hijo Pedro caminó por la corniza de la ventana de un departamento de un octavo piso. Yo no estaba ahí en ese momento, pero cuando me enteré de lo que había hecho ("sólo porque lo enontré entretenido") fui bastante dura con él.
Le hablé del riesgo que corrió, le dije que pudo haberse caído y haber muerto... Y que en ese caso jamás crecería, jamás tendría el pastor alemán y el labrador que quiere tener, jamás aprendería a manejar un auto, jamás sería científico, nunca conocería Disney World ni tendría hijos, nunca podría ser jefe de su amado grupo de scouts, etc, etc, etc. Es decir, le fui nombrando sus propios planes y concretizando el riesgo corrido: si te pones en riesgo así, puede que no logres nada de lo que quieres para el futuro.
Pero más dura fui al explicarle lo que pasaría conmigo y su padre si él muriera. Le expliqué que él y sus hermanos son lejos lo más importante de nuestras vidas, que yo lloraría durante años y que no podría volver a ser feliz, que sin él siempre sentiría que me falta un pedacito de vida, que sus abuelos y hermanos sufrirían tanto, tanto que no podrían hacer sus vidas con normalidad durante mucho tiempo.
Me escuchó, me pidió miles de perdones por lo que hizo, pero sé que no dimensiona el amor que su padre y yo le tenemos. Sentí que, de alguna manera, creyó que estaba exagerando.
¿Cómo hacerles entender que deben cuidarse no sólo por ellos sino también por la inmensidad del amor que les profesamos? ¿Cómo hacerles sentir, sin sacarles en cara los esfuerzos realizados, cómo han cambiado nuestras vidas desde que ellos existen?
Por el momento, me doy por vencida.
Sigo abrazándolos, besándolos, conteniéndolos, pero no creo ser capaz de encontrar la forma de hacerles comprender la inmensidad de mi amor. Sus cabecitas no logran imaginar algo tan grande.
9 comentarios:
Que entrada mas bonita, me ha emocionado. Cuanta verdad y profundidad muestra este post. Lo sabrán cuando sean padres, solo en la experiencia lo podrán entender. Como creo que a la mayoría nos pasó.
Estoy segura que Pedro entendió, pues le diste los mejores argumentos al hablar con la verdad. Me gustó mucho. Sandra
Y yo creo que recien lo van a comprender cuando ellos mismos se conviertan en padres... Al menos yo comprendi el infinito amor de mi mama recien cuando tuve en brazos a mi beba...
Yo creo que saben lo mucho que les queremos, y se van dando cuenta según la edad que tengan, y así según vayan madurando serán más conscientes de la inmensidad de ese amor.
Gracias por sus comentarios!
Se hace lo posible para entrar en su corazón... Pero también creo, como Ana Belén y Bren, que lo va a comprender de verdad el día en que me haga abuela :)))
Abrazos para todas!
Linda entrada, en realidad, creo que es difícil, sino imposible dimensionar el amor de los padres, aun recuerdo un hecho de hace, buuuuuuuu, muchos años, en que se me ocurrió que quería saber que era morirse (debo haber tenido mas de 4, menos de 8, pues solo eramos en negro y yo) y con un cuchillo de mantequilla me iba a cortar las venas y mi gran argumento para no hacerlo era que mis papas se iban a olvidar de mi y el negro iba a ser hijo único..., no es que uno no sepa o no se sienta querido, es que muy dificil entender o este especial tipo de amor, personalmente lo comencé a vislumbrar cuando supe qe estaba embarazada, y comencé a preocuparme de cosas qe antes eran intrascendentes para mi, como por. ej, la forma de conducir (en ese tiempo yo no manejaba) y deje de subirme a vehículos si consideraba que el chófer conducía muy rápido o era poco cuidadoso con las normas de transito (mi bb iba conmigo), creo que para Pedro lo que le quedo más claro fue lo relativo a sus hermanos, pues si puede entender o proyectar como se sentiría si algo le pasara a Cristobal o Antonia, de ahí, tiempo al tiempo.
un abrazo.
Me ha encantado tu manera de concretarle las cosas de forma que él pudiera entenderlas... de hehco, tomo nota para usarlo... nunca hubiera sabido como enfrentarme a decirles que algo es peligroso... pero por qué? Pues por todo lo que le has mencionado... Son pequeños para distinguir la dimensión que intentas explicar, pero poco a poco, recordarán tus palabras, y lo comprenderán.
Me ha encantado! Un abrazo!
Creo q no lo entenderán hasta que no tengan cada uno de ellos algún día a su bebé entre sus brazos por primera vez.
Yo siempre he querido mucho a mis padres, pero realmente no comprendí a mi madre hasta que no tuve a mi pequeñín en los brazos.
La angustia de que le pasara algo y yo no pudiera hacer nada. En ese momento entendí a mi madre, que cuando salía los sábados por la noche, siempre me esperara despierta, no se iba a la cama hasta que no me sabía "a salvo" en casa.
Sandra: increíble historia! Tu vida se salvó sólo por celos a tu hermano!!! Qué horror! Los niños no miden el riesgo, definitivamente.
Padresdetrillizas: si he aprendido algo es que a personas concretas, palabras concretas. Con los niños siempre funciona mejor hablar con ejempols que con ideas. Sino, no puede procesar nada de nada!
Chitin: Sip, parece que así será. La paciencia no es una de mis vrtudes, pero tendré que armarme de ella. Me faltan aaaaños para ser comprendida :)))
Un abrazo para cada una!
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