domingo, 2 de octubre de 2011

Una Historia de Amor y Discapacidad

Hoy llevé a mis hijos al cine a ver Winter el Delfín. Es una historia basada en hechos reales acerca de un delfín que pierde su cola a causa de unas redes de pescadores, y el amor que se genera entre él y un niño que, junto con un grupo de científicos, ponen todo de su parte para lograr rehabilitarlo.




Lo maravilloso que tiene es que no se trata de una historia de altruismo o lástima, sino de verdadero amor. Además, en ella aparecen personajes humanos con dicapacidad que logran recuperar la fe y la alegría de vivir gracias al ejemplo de Winter y su amigo.

No quiero decir más. Solamente que me conmovió y llegó al corazón de mis hijos. 100% recomendable. A partir de ella se pueden generar enriquecedoras conversaciones acerca del amor, la empatía, el valor a la vida, la discapacidad y la amistad.

Sólo en cines ;)


Winter antes de tener su prótesis.


El equipo de humanos que se enamora de Winter y se propone salvar su vida, cueste lo que cueste.

4 comentarios:

Cristina dijo...

La veré,y tanto que la veré y me llevaré a mi niño a verla conmigo.Un besote¡

Natalia dijo...

Hola Cristina! Sí, es una gran película para verla en familia, sin importar si tu hijo tiene o no necesidades especiales. Cualquiera empatiza con un delfín como Winter :)

Un abrazo!

Carolina García Gómez dijo...

AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH

Te me adelantaste!!! Cómo le hacés para adivinar de qué irá mi próximo Post??? Acaso tenés virtudes telepáticas??? La semana pasada vi el trailer y lo primero que pensé fue en ir a vérmela y escribir sobre lo que me hiciera sentir y pensar... Todavía no he podido ir a verla, sigo tratando de organizarme en esta nueva etapa que arrancamos, ya te contaré cuando me la vea. Abrazos.

Natalia dijo...

:))) Carolina: definitivamente algo nos pasa que nos "robamos" los posts mutuamente. Me encantaría conocerte personalmente algún día.

Te va a gustar mucho la película. No sé exactamente la edad que tienen tus hijos, creo que son bastante menores que los míos... Pero te cuento que a mis trillizos de 8 años les encantó y nos llevó a tener un diálogo muy productivo.

Un abrazo!