miércoles, 22 de febrero de 2012

Hijo, No Vuelvas a Decir Eso, Por Favor.

Hace unos días les conté en un post titulado Cuando Lo Que Podemos Hacer No Es Suficiente que la muerte de una cachorrita hija de nuestros perros desató una especie de catarsis colectiva en mis hijos.

Comenzaron llorando por la muerte de Ema y terminaron recordando todo lo que malo que les ha ocurrido en el último tiempo y en la vida en general.

El asunto duró cerca de un día y pasó. Mis hijos pudieron expresar un montón de dolores guardados y eso estuvo bien, muy bien. Sin embargo, debo reconocer que luego del evento a mí me costó más que a ellos reponerme. No es fácil escuchar palabras tan dolorosas salir de las bocas de tus propios hijos.

Hay cosas que una madre nunca quisiera oír de un hijo. Y ese día Cristóbal pronunció una frase que aun resuena en mí. Sé que no bastó mi respuesta inmediata: es un tema que debo trabajar con él.

Entre todo lo que mencionaron como asuntos tristes, Cristóbal habló de su hipoacusia (sordera) y de cuánto quisiera no tener que usar audífonos y tener unos oídos normales. Y luego, sin mediar ningún estímulo más, me miró entre sollozos y me pidió perdón por todo lo que me hizo sufrir mientras fue chiquitito y estuvo tan delicado de salud.

¿Él pidiéndome perdón a mí? ¿Él sintiéndose culpable porque su dolor físico y sus padecimientos me hicieron sufrir? ¿Él creyendo que algo de responsabilidad tuvo él en todo lo que ocurrió cuando apenas se empinaba sobre los 1500 grs. de peso?

No, hijo mío, NO!!! Tú no debes pedirme perdón. Tú no tienes la culpa de nada. Tú no pediste venir al mundo prematuro ni sufrir lo indecible. Tú, menos que nadie, debe sentir culpa por lo que ocurrió.

Dos años de intensa terapia psicológica me costó a mí sacar de mi corazón los sentimientos de culpabilidad por las dolencias y secuelas de mis hijos. Dos años de llorar y hablar. Dos años de intentar mirar la situación en perspectiva hasta darme cuenta que lo único que hice fue luchar y amarlos. Dos años de un doloroso proceso que terminó en el autoperdón.

Nunca, jamás imaginé que llegaría el día en que Cristóbal sintiera la necesidad de pedirme perdón por mi sufrimiento. Ni siquiera se me pasó por la cabeza imaginármelo: él, ellos, fueron las víctimas de la situación. Los pinchazos, las intervenciones, los exámenes invasivos y los dolores los sufrieron sus cuerpecitos nuevos y frágiles. ¿Cómo pedir perdón por ello?

Ya se lo dije firmemente: "Tú no tienes la responsabilidad de nada de lo que ocurrió. Tú eras una guaguita (bebé) y no hay ningún motivo para que me pidas perdón a mí. Eres un luchador, un valiente, un grande. Lo único que cabe aquí es sentir orgullo por tu valentía y fortaleza. Lo único que cabe es agradecer porque estás vivo y eres un niño feliz."

Pero sé que una cuantas palabras no son suficientes. Sé que tendré que volver sobre este tema y trabajarlo. Tal vez volver a su terapia psicológica, tal vez modificar el modo en que he ido explicándoles a mis hijos que quienes los queremos sufrimos con ellos mientras ellos estaban sufriendo.

Todavía no lo digiero bien. Pero sé que algo tengo que hacer.

No faltaba más: ahora Cristóbal me pide perdón a mí porque su dolor me hizo sufrir.

Me descoloca y me duele profundamente. Tengo que buscarle solución a este tema.

Ya les contaré cómo lo hago. 

¡Bienvenidas son las sugerencias!



Mi Cristóbal con 9 días de vida y unos 1300 grs, de peso. Su color se debía a la hiperbilirrubinemia que, probablemente, fue la que se llevó gran parte de su audición.


8 comentarios:

Chitin dijo...

Pobrecito! cómo debe de sentirse para necesitar pedirte perdón! no quiero imaginarlo...
Lo único que se me ocurre es planteárselo como que él no eligió ser prematuro, estar malito, ... ni él ni nadie, son cosas que suceden y no hay culpas ni perdones.
De todas maneras no le des muchas vueltas, ni le agobies...los mayores lo pensamos todo mucho pero los niños no son así, afortunadamente, probablemente no ha vuelto a pensar en ello.

Débora #ALATIDOS# dijo...

Me he sentido tan identificada, y tan al borde de las lágrimas por comprenderos tanto a ambos...
Porque ese tipo de sentimientos los he vivido yo en mi propio hijo desde que era demasiado pequeñito para establecer tales sentencias; me he sentido culpable por creer que yo debía haber sido causante en alguna forma de ese tipo de pensamientos en él...
Yago siempre ha sido un niño muy maduro para su edad, y no, no soy experta ni quiero que me lo digan (quizá es porque ya viví una vez lo que supone)y siempre ha pensado cosas que no correspondían a un niño como era y es... Y me he culpado tanto por mis genes o por ser influencia de mi persona en su día a día...
Creo que al final, me he autoconvencido de que mi hijo no hace más que vivir su propia existencia, y sus pasos por delante, son los que él marca por sí mismo; y sus pensamientos lejos de darme pena, deben hacerme sentir orgullosa porque son los suyos, los de un niño bueno, con criterio, con amor, con entrega, y alejado de muchas de las formas convencionales de ver la vida...
Sé que académicamente su vida puede resultarle cómoda, pero quisiera hacer que su experiencia vital también lo fuera... Y sé que ese no es su problema, sino el mío: no querer que sufra por lo que pude sufrir yo en su momento.
Porque sinceramente, le miro y sé que es feliz, y creo que muchas veces las mamás nos lamentamos por sus lamentos cuando en realidad son los nuestros propios...
Creo que tu hijo es un niño especial, sensitivo, amoroso y amado, y no refleja más que esos bellos sentimientos, y no deberías lamentarte (no deberíamos porque yo no lo he logrado aún) porque probablemente no siente la pena como la sientes tú, simplemente te están transmitiendo el inmenso amor que siente hacia ti y su profundo agradecimiento y orgullo por ser tu hijo...
Felicidades por ese tesoro!✿

Anónimo dijo...

La verdad es que entiendo totalmente a tu hijo. Creo que es inevitable tener esos sentimientos en ocasiones: incluso sabiendo que no se tiene la culpa no se puede evitar sentirla. Precisamente hace poco escribí un post sobre esto en mi blog.

Pero también entiendo que para ti, como madre, debe ser un palo oírlo de la boca de tu hijo.

Sinceramente, no sé qué decirte. Sólo que ánimo a los dos.

maela082 dijo...

hola, hace tiempo que te sigo pero nunca antes te habia dejado ningun comentario.
Me imagino el dolor que te debe haber causado lo que te dijo cristobal, pero yo desde la lejania y en la perpectiva, te comento, que aunque esta claro que el no tiene nada de culpa, esa frase demuestra el ser tan tremendamente especial que es, y lo inmesamente grande que tiene el corazon. Demuestra que es una persona super sensible y que es muy amoroso contigo, porque aunque en el fondo él sepa que no lo hizo por hacer daño a nadie, le duele haberlo hecho, aunque haya sido involuntariamente.
Hablalo con el, pero sobretodo estate orgullosa de él, porque has "creado", a un ser magico y maravilloso.

saludos

Anónimo dijo...

Te leo hace unos meses, lo que yo percibo con Cristobal es un inmenso amor, asi como a ti te duele que el haya pasado por tanto dolor, a el le duele que tu hayas sufrido por él, se resume a AMOR por ti.
Como ayudarlo, ahi no lo sé, quizas reafirmando lo mucho que has aprendido de él, lo valiente, luchador y amoroso que es, de perdón nada, al contrario, gracias por su vida (claro que si se pudiera si quitaba todo el dolor, eso nos queda claro, pero asi no funciona la vida).

TC dijo...

Uff, que complicado gestionar esos sentimientos, Natalia.

Yo, no te puedo dar sugerencias, no tengo hijos, y además, tampoco puedo tenerlos, aunque sigo luchando de momento, por si algún tratamiento me da una alegría y por fin lo consigo.

No obstante, si que te puedo decir que yo fui una niña prematura tambien. Sietemesina para mas señas, nací tambien con 1,200gr, y tambien tenía la bilirubina alta. No me funcionaba el hígado al nacer, y tuve problemas al nacer, que luego gracias a Dios, superé, y aqui estoy.

Te cuento esto porque entiendo que tu hijo, sabe que tuvisteis que sufrir mucho, y aunque no tiene porque pedir perdón (no tiene la culpa!!) es normal que no quiera que bajo ningún concepto hayas tenido que sufrir lo más mínimo.

Con la edad, entenderá mejor que es algo que os sobrevino, que no se podía hacer nada, y que lo importante es que sois unos luchadores. Dale tiempo para entenderlo, y date tiempo a ti tambien. Poco a poco.

Alicia Sánchez S-V dijo...

Que suerte tiene tu nene de tener una madre como tú.
Cuando las personas se quieren tantísimo uno se alegra de las cosas buenas que te pasan y se entristecen de las malas. Es por puro amor.
Por puro amor lo pasaste mal viendo el sufrimiento de tu hijo (aunque tú tampoco tuvieras la culpa de lo que le ocurrió) y por puro amor y desde su inocencia el siente haberte hecho sufrir. Pasasteis por momentos duros juntos, sufristeis los dos, pero eso no ha hecho más que aumentar el amor que sentís el uno por el otro.
Está precioso tu bebé en la incubadora.
Un beso enorme

padresdetrillizas dijo...

Natalia... qué bonito. Sé que es duroq ue tu hijo te diga que te pide perdón, pensar que en cierto modo se siente culpable de tu sufrimiento, pero yo creo que no es eso, es otra cosa. Es pensar en lo que has pasado y que se preocupen por tí, así lo veo yo... es complicado, la verdad es que en eso de cómo explicárselo mejor no te puedo ayudar, de hecho, yo apunto como lo haces para cuando me toque... Así que solo un abrazo para esos tres fieras, tan valientes como tú, y otro a la madre, porque sí!!!!!