domingo, 27 de marzo de 2011

El Duelo (acerca de la paternidad especial)

El duelo es una reacción natural ante la pérdida de una persona, idea u objeto que es emocionalmente importante para la persona. Es la respuesta a un trauma intenso, inesperado e inaceptado, pero siempre es un proceso de curación si, tras reconocerlo, se le acepta y se permite su expresión.

Se describen tres etapas del duelo:

Negación: consiste en rechazo e incredulidad. Surge como mecanismo de defensa mientras la persona logra adaptarse a la neva realidad.

Confrontación: consiste en dolor intenso y sentimientos de ira. Muchas veces se acompaña por sentimientod de injusticia y culpa por lo que se hizo o se dejó de hacer.

Resolución: El dolor y la rabia se suavizan (no necesariamente desaparecen) y la persona logra aceptar la realidad de la pérdida.

Recibir en la familia a un hijo con necesidades especiales, necesariamente conlleva un proceso de duelo por la pérdida de una abstracción: el hijo ideal o imaginado que no llegó. Sin embargo, no hay un cuerpo concreto del cual despedirse ni rituales que ayuden a elaborar la pena. Además, el niño real está presente y demanda muchos cuidados y atención, por lo que los padres no pueden dedicarse a vivir su duelo. Por último, los sentimientos de injusticia y dolor intenso generan sentimientos de culpa frente al hijo real. Los padres suelen pensar que lo que están experimentando no es normal, por lo que evitan expresar sus sentimientos frente a los demás.

Es esencial que los padres comprendan que vivenciar un duelo ante la llegada de un hijo diferente al que habían imaginado no sólo es normal, sino que es necesario para asumir su nueva paternidad y acomodarse a las particularidades de ésta.

El mejor camino para que los padres logren conectarse con el hijo real emocional, física y cogniticamente, es permitirse a sí mismos el proceso de duelo por el hijo que imaginaron y no llegó.

Sin duda, éste es un tema duro, entre otras cosas porque la sociedad en que vivimos presiona a los padres a negar o apurar un proceso completamente necesario y normal.


Recuerdo perfectamente el instante y el lugar en que recibí la noticia de que mi hijo Cristóbal era hipoacúsico... recuerdo haber pensado cosas como "esto es demasiado, no puede estar ocurriéndonos a nosotros", recuerdo haber sentido una rabia profunda hacia la vida, hacia Dios o hacia quien resultara responsable.

Luego pasé por una etapa en que el dolor era tan grande que no podía hablar de él más que con un puñado de personas muy cercanas. Incluso llegué, en alguna oportunidad, a quitarle los audífonos a mi hijo para ir a reunirme con unos amigos que no sabían nada acerca de su discapacidad. No me sentía capaz de narrar lo ocurrido... temía que en vez de palabras, surgiera de mi boca un sollozo o un grito de tristeza.

Más adelante, y con la ayuda de las personas que estuvieron a mi alcance para hablar del tema, pude comenzar a mostrarlo, a decirlo, a llevar a mi hijo con orgullo por la calle sin temer a las miradas de lástima de los demás.

Hoy, el dolor aparece de vez en cuando, pero MUCHÍSIMO más suave y en ocasiones muy concretas (por ejemplo, cuando siento que lo discriminan).

Ahora es el momento de Cristóbal de hacer su propio duelo... de hablar, de negarse a aceptar que es para siempre, de preguntarse acerca de su propia identidad y la cabida que su hipoacusia tiene en ella. Pero el duelo del propio niño es tema para otro post. Queda pendiente para una próxima oportunidad.

13 comentarios:

De chupetes y babas dijo...

No deja de admirarme tu fuerza y la entereza de tus niños. Cristóbal es un niño mágico, con la mirada llena de luz, y feliz, eso es lo importante!!

madredemellizos dijo...

Hola! Tuvo que ser muy difícil el shock inicial, cuando los médicos diagnosticaron el problema, me alegro de que ahora estés más serena. Ahora vendrá una etapa complicada para el niño, pero estarás ahí para guiarlo y ayudarlo. Los niños nos dan lecciones y son más fuertes de lo que creemos, te lo aseguro. Te seguiré leyendo!

Betzabe dijo...

Ay Natalia no quiero ni imaginarme un post sobr el duelo de un niño, yo ya adivino en miradas, expresiones, conductas de mi pequeño hijito, apenas 4 años y ya se da cuenta de que es diferente, ya se retrae cuando algun niño en el parque, en la playa, que no le conoce le pregunta algo, el responde pero el otro niño no entiende loq ue dice, mi hijo se da cuenta de su limitacion, a veces solo se queda callado, otras veces voltea a mirarme y pedirme ayuda, otras se molesta y se retrae, depende como esta su humor, pero como quisiera poder evitar que sufra por ello... se que tiene que aprender llevarlo como lo he aprendido yo.Se que haremos este camino y saldremos airosos, mas estoy consciente que el camino tendra baches pero tambien victorias.

Natalia dijo...

Hola Betzabé. Estoy segura que tú le irás ablandando el camino con tu sabiduría. Si él se angustia o te mira con carita de "¿Qué hago?", lo que necesita es que tú seas su espejo y le muestres que vale mucho, y que puede llegar lejos con los recursos que tiene.
Cuando mi hijo era más chico (4 años o algo así) y algún niño preguntaba qué tenía en las orejas, él me miraba sin saber qué decir y yo respondía por él... "son audífonos, unos aparatos que le ayudan a oír mejor, como los anteojos que ayudan a los ojos a ver mejor". Poco a poco, él aprendió solito a dar respuestas... a mostrarse tal como yo le he mostrado que él es (válido y valiente). También nos queda un laaargo camino por delante, y ahora tiene dudas que yo tampoco puedo responder... pero me importa que me sepa siempre cerca, siempre a su lado, que estamos juntos en esto.
Es un temazo... ya lo iremos conversando a medida que nuestros hijos crezcan más y más.
Un abrazo grande,
Natalia.

Unknown dijo...

Hola Natalia, qué lindo lo que escribiste. Me llamo Ana, tengo un enano (prematuro) de casi 2 años sordo profundo y con implante coclear bilateral y pasé por exactamente cada uno de los pasos que nombraste...lo que aún no puedo superar es el miedo a las miradas de lástima. Simplemente me parten el corazón!
Me encantaría leer sobre el duelo en los niños. Gracias, me encanta leer tu blog
Un abrazo

Natalia dijo...

Hola Ana. Siempre he sentido que las miradas de lástima son un insulto, entiendo perfectamente cómo te sientes.

Iré preparando ese post sobre el duelo en los niños...

Un abrazo.

Natalia dijo...

Albertina y madredemellizos: gracias por su empatía y apoyo. Mi hijo es un niño maravilloso, y aunque no lo crean, ya tiene un gran camino andado en su proceso de duelo. Pasó una etapa en que habló muchísimo del tema e hizo miles de preguntas (muchas cuyas respuestas no tengo). Ahora va más seguro por la vida... aunque sé que nos queda un largo tramo por recorrer.
Un abrazo para cada una.

Carolina García Gómez dijo...

Qué interesante y necesario tema. En Colombia es una de las necesidades URGENTES de los padres de niños con discapacidad, pues el apoyo emocional es casi nulo, así como también la posibilidad de llevar a cabo un proceso de duelo. Y sin embargo, es un paso que no nos podemos saltar, es imposible, a menos que no queramos ser felices con nuestra realidad. Sé que Cristobal hará su propio proceso con tu ayuda y que tendrá (tiene) una vida plena.

Mami dijo...

Me encanta tu blog Natalia! Y tengo tan presente lo que has explicado hoy en este post, cuando lo expusiste en una charla (creo que en neovidas, no estoy segura) ... Quedé impresionada por la forma que lo presentaste...:)

Saludos...

Sole dijo...

Natalia,
Me gusta mucho leer tu blog, todos tenemos experiencias distintas con la experiencias de ser padres, con ser madres, padres y a veces ser ambos en la misma persona.
leer tu blog me hace reflexionar de lo vamos exprerienciando cada día cada uno con sus propios hijos.
Te felicito por poder plasmarlo y querer compartirlo.
un abrazo

Natalia dijo...

Hola Sole! Qué bueno que te guste leer mi blog! Me dio la impresión de que eres una Sole qu conozco personalmente ¿o me equivoco?
Cariños.

Unknown dijo...

Hola Natalia, soy la Cecilia, amiga de tu mamá desde antes de los 5 años .....
Que lindo lo que escribes y tan cierto...a mí se me murieron 2 de mis niños de muerte súbita y hace poco mi marido...
Todo lo que dices del duelo es muy cierto, por Dios que es dificil mas aún cuando no tiene vuelta..
Te felicito, un abrazo

Bruno-sol dijo...

Muy buen post...refleja en exactitud nuestro proceso como familia. Quedé enganchada con lo último...muy interesante...