Ayer no fue un día cualquiera. Fue el día en que mis hijos dejaron de creer en la magia porque sí.
Me da mucha tristeza, pero es algo que se veía venir: no sólo sus cuerpos crecen, ellos van aprendiendo a pensar cada vez de manera más abstracta, más compleja, más cercana a como pensamos los adultos. Y no hay vuelta atrás. Ya no volverán a ser los niños chiquititos que creían en todo que les dijeran. Ahora saben que hay asuntos lógicos y otros que definitivamente no lo son.
Ayer mis hijos dejaron de creer en el ratoncito que se lleva los dientes, en el conejito de Pascua y en el Viejo Pascuero. Así, todo de un golpe.
Hace ya un par de años que venían haciendo preguntas y cuestionándose algunas "verdades". Hace mucho tiempo que vienen diciendo que es raro que un ratón traiga monedas, que los trineos y los renos no pueden volar, que un conejo no tiene fuerza para cargar tantos huevitos de chocolate a la vez. Hace mucho que tenían sus sospechas, que me preguntaban una y otra vez, que me comentaban que un compañerito les había dicho que los papás éramos los responsables de todas estas historias... En fin, hace mucho se venía gestando en sus cabecitas el germen de la duda.
Pero ayer ya no se pudo más. Llega un momento en que sientes que, en vez de contarles un cuento lleno de magia, los estás engañanado con explicaciones ambiguas o burdas. Llega un punto en que la lógica le gana a la magia, un instante en que miras a tus hijos y te das cuenta de repente de lo grandes que están.
Pereo no me quedé con la aclaración solamente, fue una conversación larga, emocionante y también muy esclarecedora para ellos. Les hablé del simbolismo de cada historia y del amor que hay detrás de cada una. Como se pusieron tristes de haber corroborado sus sospechas, también les hice imaginar con cuánto amor y emoción su padre y yo habíamos planeado cada Navidad, cada Pascua, cada caída de un diente.
Y lo más importante: les conté que a mis 35 años sigo emocionándome el día de Navidad, que es una fecha mágica para mí aún sabiendo que, en concreto, el Viejo Pascuero no existe. Porque ese día se prenden las luces de todos los árboles, las familias nos reunimos a celebrar y nos regalamos algo que hemos buscado con cariño y dedicación para las personas que más queremos.
Quiero que siempre sepan que no sólo es mágico sacar un conejo de un sombrero, también lo es estar vivos, sanos, juntos y queriéndonos mucho, mucho.
Igual no puedo negar que vengo cargando un saco de nostalgia desde ayer. Sé lo que este hito significa en la vida de un niño. Sé que ya no serán más mis hijos chiquititos... Pero se convertirán en nuestros cómplices cuando les escondamos los regalos a sus primitos. Y eso abre una puerta a una nueva etapa: la de niños grandes.
15 comentarios:
Natalia: A veces creo que es a nosotros a quién nos duele más verlos crecer, por que con los años que hemos vivido; en mi caso, me hubiese gustado creer más tiempo en las ilusiones y luego con la adultez viene esto de lamentar el haber crecido tan de prisa y entonces la ilusión de la tierna infancia cobra otro sentido y por más que quieras seguir con el cuento, de pronto te das cuenta que no es posible.Sandra.
A mi mi mamá me dijo siempre: "es magia, y mientras tú creas en ello, existirá!"(viejito pascuero, ratoncito, etc....)
Por lo mismo la transición no fue tan dura, porque la magia siempre existió y existe hoy, cuando mis hijos corren al arbol a las 12 despues de oir las campanas del trineo!!!
Un abrazo!
Ni que me digas, aun recuerdo cuando el doctor me dijo qe JD ya no era bb, sino un niño, lo acepte, pero no me gusto, se que tienen qe crecer, pero, en mi caso, a veces pienso ¿en qe momento?, igual es lindo verlos crecer y cambiar de etapas, pero creo qe en mi corazón, siempre será mi bebe; yo recién ahora voy a comenzar a con la "magia", y espero qe dure un buen tiempo.
Un abrazo.
No quieroooo, que no crezcan más! Yo me resisto a esta idea, me da mucha pena que crezcan pero van más rápido de lo que yo puedo asimilar. Hace dos años estaba recien casadita y ahora tengo 3 hijos que ya parlotean cuatro silabas y me revuelven la casa, como puede ser!!
Yo ayer también me di cuenta qu ehabían crecido mucho porque me puse a hacer limpieza de su armario de ropa y saqué muchisima que ya no les vale, cosas que les puse la semana pasada! Creo que han pegado un estirón (ya me dijo mi madre que cuando se ponen malitos ocn fiebre, crecen). Si fueramos los padres los encargados de ir dando a un botón de crecimiento cuando lo creyeramos oportuno, la infancia sería muuuucho más larga, jijiji, y a algunos los dejariamos pequeños para siempre...
Ainsss que penota, que rápido crecen... yo ahora veo a los míos y me pregunto donde quedaron mis pequeños ratoncitos... han estado unos días con fiebre y cuando me he querido dar cuenta han crecido, están enormes aunque muy delgaditos eso sí... de momento disfrutaré los años que tengo por delante contándoles lo de los REyes Magos, el RAtoncito Pérez y demás...pero sigo pensando que esta etapa es la más bonita de un niño
Sandra: Sí, también creo que hay mucho de nosotras mismas en los deseos de dejarlos pequeñitos. Es que a veces creemos que ellos son nuestra oportunidad de revivir nuestra propia infancia, y ese es un gran error.
Ale: estuve estos dos últimos años diciéndoles exactamente lo mismo que tu mamá te decía. Pero ya sabes: son concretos, necesitaban "la verdad" para decidir seguir creyendo ;-) De ahora en adelante, creo que seguirán creyendo... pero como lo hacemos nosotras, como los grandes.
Sandra, trestrillistigres y MisMellis: Nop, no es fácil asumir que se va la infancia y la inocencia de nuestros hijos. Sobre todo cuando se tienen tres der la misma edad: la infancia de los tres se nos escapan juntas. Pero pasada la tristeza, igual puedes ver las nuevas etapas que vienen y sentir un enorme entusiasmo por ellas. Siempre, mientras vivan, habrá una "primera vez" que los sorprenda, que lo asuste, que los tenga expectantes... Y a nosotros llevándolos de las manos.
Abrazos para todas!
una de las razones por las que quise estudiar la especialidad de ed. infantil fue porque quería volver a ser pequeño, a mirarlo todo a través de los ojos de niño, a no perder la inocencia y la ilusión por las cosas. y creo que dí en el clavo. pero está claro que lo que no podemos evitar es que crezcan, pero sí enseñarles que cada ilusión, cada sueño que tengan es muestra de la magia de vivir, y del amor. besos
¡Hola! ¿Sabes? Yo creo que la magia está siempre ahí y es cierto que tus peques ahora cambian de etapa, pero aprenderán a creer en otra magia. Supongo que el día que sea mamá entenderé la pena de verlos crecer,pero también espero ser capaz de entender la alegría de verlos cambiar y avanzar, como has hecho tú.
Yo no me puse triste cuando mi mamá me contó lo de los Reyes Magos y el Viejito Pascuero (mi abuela nació en Chile, allí tenemos familia y una de las tías de Chile vivía aquí en España y el viejito pasaba por casa de mi abuela de su parte, era genial), me sentí afortunada de pensar en todo lo que hacían mis padres y mi familia por nosotros 4 y por todos mis primos. Para mí siguen siendo fechas mágicas y voy contracorriente porque todo el mundo protesta y tal. A mí me gustan, con sus luces, sus penas, sus nostalgias y sobre todo con su magia. Tengo 32 años, estoy segura de que la magia no se ha acabado en tu casa, que va, solo ha cambiado un poquito de color, este años será distinta pero, igual, preciosa.
Me ha gustado mucho tu entrada de hoy.
Un abrazo grande.
Temo que llegue ese momento pero todos sabemos que llegará. Te felicito por haber sabido explicarlo con cariño y el mayor de los cuidados. Un abrazo
Hola Natalia, vuelvo a hacerte una pregunta por aquí, ya que no encuentro una dirección a la que escribirte. No sé si te lo he contado, soy especialista en literatura infantil y juvenil y trato de trabajar por y para el fomento de la lectura en los más pequeños. Aún estoy dando mis primeros pasos y me queda mucho por aprender. Te dejo mi recién estrenada web, por si te gusta verla http://matildalibros.com/ Aún es pequeñita y modesta, pero crecerá.
El caso es que una de mis tías viaja a Chile el lunes y me gustaría pedirle que me trajera un cuento de allí. Por internet veo cosas (me han parecido muy lindos los libros de Kiwala de la editorial Amanuta) pero sé que no es lo mismo que tenerlos en la mano. Tú tienes tres niños, ¿me puedes recomendar algún cuento? No quiero volver loca a mi tía así que me gustaría darle algunos títulos para que le sea fácil. Es algo un poco simbólico, un cuento que se lea en Chile (de esos que solo se publican allí, que aquí no encuentre) porque es la tierra de mi abuela(a la que quiero con locura) y para mí es un sitio especial y también para seguir aprendiendo sobre lo que es la literatura infantil en otros países. Si no tienes tiempo o no puedes, o no te apetece, no te preocupes que lo entiendo.
Un abrazo muy, muy grande.
que valiente Natalia, a mi Pablito tambien le ronda hace tiempo pero a los otros dos no. En cambio el otro dia Asier me dice: Mamá, Pablo dice que los Reyes Magos sois vosotros ¿a qué es imposible, a que no es verdad? y no pude decirle la verdad, está tan cerca ya la Navidad, y le ví tan inocente.....
Yo creo que es el último año porque ya muchos niños de la clase lo saben pero no pude.
Me da mucha pena que pierdan la magia, mucha pena que crezcan, y no fuí valiente. ¿por qué no habrá un botón para parar el tiempo?
Jesús: me alegra mucho que hayas encontrado tu vocación en los niños y la ilusión que en ellos hay. A mí me pasó lo mismo ;-)
Yaneth: sí, es un momento que se teme, pero inevitablemente llega. Creo que cada madre saca lo mejor de sí a la hora de explicarles. A mí me daba miedo que se sientieran engañados.
Matilda: Los libros de Kiwala son preciosos. Te los recomiendo. Mis hijos tuvieron dos o tres, y en él se muestran los paisajes y costumbres chilenas de manera preciosa. Recomendables!!! La Feria del Libro los tiene, creo.
Nuria (Imoan): no fue de valiente... fue que ya habían hecho demasiados comentarios como el que me cuentas. Yo también quería que pasaran esta Navidad, pero el momento llegó antes. En todo caso, te encuentro toda la razón de querer estirar el timpo todo lo posible.
Abrazos para todas!
Ay........ da penica, sí, sobre todo porque ellos le dan bastante magia a esos momentos, de manera que los adultos la revivimos un poco con ellos... Bueno, toca otra etapa, seguro que igual de buena o mejor, seguid disfrutando como hasta ahora! Un abrazo!!
Que penita!! yo creo que ese es el punto sin retorno que indica que la infancia está a punto de terminar.
A mí todavía me quedan unos añitos para vivir esa situación.
Pero bueno, cada etapa en la vida tiene su magia, ahora dejan de creer, pero pronto empezarán a hablarte de chicas/os ... de salir ...
Hola Natalia!!!, si como crecen los niños..., pero quisiera hacerte una consulta, mis mellizas tienen 9 años y todavia creen, el papá quiere decirles la verdad, pero yo creo que no es el momento, sera lo apropiado esperar a que ellas pregunten? o decirles ya?
cariños,
claudia
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